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La comunicación asertiva: ¡Como expresar antes de explotar en nuestra vida!
¿Te sucede algunas veces que frente a tu pareja hay algunas cosas que no te animas a expresarle y te callas hasta que no puedes más y luego lo vomitas?
¿En tu trabajo existen personas con actitudes que no te agradan pero no quieres entrar en conflicto? ¿Cómo te sientes al respecto? ¿Cómo crees que afecta a tu salud y estado de humor?
Y en tu familia. ¿Cómo es tu relación con tus padres, tus hijos, hermanos o pareja? ¿Qué sueles hacer cuando algo te molesta? ¿Lo expresas o lo callas? ¿Sueles enojarte con facilidad? ¿Cómo reaccionan tus familiares ante ello?
La comunicación asertiva es una habilidad muy importante para los tiempos que vivimos. Es la capacidad de comunicar adecuadamente nuestro punto de vista y necesidades emocionales a los demás de manera adulta, madura y efectiva.
Sucede que muchas veces, ante determinadas situaciones de trabajo, afectivas o sociales, sentimos o pensamos de cierta manera. Quizás algo nos dolió como la actitud agresiva de alguna persona cercana que estimamos. O quizás algún tipo de juego manipulador de algún familiar o amigo que nos suele irritar pero que no sabemos como frenar. Todas estas situaciones generan un estrés emocional.
Cuando no expresamos lo que sentimos en esta clase de situaciones, que por cierto conforman el 80 % de los casos que se viven a diario, nos estamos predisponiendo a enfermarnos. Aquello que callamos, nuestro cuerpo expresa de alguna manera. Sobretodo la emoción de la rabia cuando no es expresada adecuadamente, lejos de evaporarse, permanece como una tensión en nuestro organismo pudiendo con el tiempo transformarse en un síntoma psicosomático que compromete seriamente nuestra salud.
Son muchísimos los casos de depresión, afecciones cardíacas, trastornos gástricos y ataques de pánico que aparecen en el marco de nuestra vida laboral, familiar o afectiva. Y en la base de todos ellos se encuentra una incapacidad para posicionarnos firmemente y expresar lo que deseamos y necesitamos.
Esta falta de no confrontar en nuestra vida, se debe que a solemos temer que si expresásemos lo que sentimos, podríamos llegar a perder el amor o estima de la persona. Por lo que solemos optar por evitar la confrontación, aunque de esta forma nuestro vínculo se deteriora y pierde profundidad. También existe una interpretación errónea donde creemos que expresar lo que sentimos implica ser descortés y desagradable con la otra persona. Aun cuando esta pueda maltratarnos.
También puede suceder lo contrario. Nos vamos al otro polo. Nos volvemos muy agresivos y violentos cuando algo nos duele o afecta. Por lo que explotamos y vomitamos nuestro enojo y dolor a los demás, esperando que sean ellos quienes tengan que cuidarnos y hacerse cargo de nosotros. Aquí también en el fondo hay una enorme dificultad de mostrar nuestra fragilidad o vulnerabilidad al otro, sea familiar, pareja, amigo o conocido. Por lo que estamos permanentemente a la defensiva, y ante la menor provocación saltamos indignados y dispuestos a pelearnos con quien haya osado ofendernos.
Es importante que tengas en cuenta que confrontar y comunicar asertivamente son procesos normales a cualquier tipo de vínculo en el cuál estés envuelto.
La comunicación asertiva es una habilidad que podemos aprender a desarrollar. Implica expresar firme y adecuadamente lo que pensamos y sentimos, sin caer en una posición sumisa de víctima, como tampoco en un estado agresivo y explosivo.
Dentro del marco de una compaña o como profesional independiente, estamos sujetos a situaciones de permanente stress. A veces nuestro jefe nos presiona a trabajar sin parar, aun cuando estamos cobrando un sueldo muy por debajo de nuestra expectativa y de la calidad del trabajo que realizamos. Otras veces, si somos profesionales independientes, podemos tener dificultades de cobrar los honorarios que creemos justos, por lo que toleramos situaciones de mal pago o de exceso de demanda por parte de nuestros clientes.
En ambos casos, por falta de auto valoración, no nos animamos a confrontar y comunicar asertivamente lo que creemos que valemos. Y ello, también nos predispone a sentir rabia que al no expresarse hacia afuera, se vuelve resentimiento, impotencia y frustración.
Por ende la falta de la habilidad de comunicar asertivamente genera toda clase de trastornos, enfermedades y es causa, en un elevado porcentaje, del ausentismo en muchas medianas y grandes corporaciones.
La asertividad es una habilidad que puede ser entrenada a través de una terapia adecuada o un curso on line efectivo.
Todos tenemos la capacidad de desarrollar esta competencia. Es un derecho natural que poseemos para lograr una vida energética, profunda y plena.
Lic. Pablo Nachtigall - Psicólogo clínico & Terapeuta en Bioenergética Transpersonal