DESCRIPCIÓN.
Los cambios culturales vividos por la sociedad chilena en los últimos 25 años tienen repercusiones en todas las dimensiones de la vida personal y social. Una de las dimensiones que se ha visto profundamente impactada y tensionada por estos cambios es la convivencia social y la forma en que establecemos relaciones y vínculos entre las personas. Al mismo tiempo, los niños y jóvenes de hoy crecen en un ambiente social y cultural diverso y plural, que les ofrece múltiples modelos de convivencia y de participación. En relación a esto, el MINEDUC, desarrolla una Política Nacional de Convivencia escolar cuyo objetivo central es orientar la definición e implementación de acciones, iniciativas, programas y proyectos que promuevan y fomenten la comprensión y el desarrollo de una Convivencia Escolar participativa, inclusiva y democrática, con enfoque formativo, participativo, de derechos, equidad de género y de gestión institucional y territorial.
Educar para una convivencia basada en el respeto, la solidaridad, la resolución pacífica de conflictos y la valoración de la diversidad se ha convertido en un objetivo prioritario para el sistema escolar en general y para cada una de las comunidades educativas. Para tales efectos, en una dimensión más específica el MINEDUC establece:
- Procesos en Convivencia Escolar planificados, coherentes y sinérgicos, pasando de la lógica instrumental a una planificación institucional organizada y sustentable en el tiempo, que articule los distintos instrumentos de gestión y les otorgue sentido de acuerdo a los sellos e identidad institucional.
- Apropiación curricular de la Convivencia Escolar, relevando una intención curricular que distingue objetivos de aprendizajes explícitos que involucran el desarrollo de las disciplinas, las prácticas pedagógicas y las interacciones educativas que ocurren en el aula y en todos los espacios escolares.
- Promoción y resguardo de derechos con una mirada inclusiva, reconociendo y valorando la riqueza de la diversidad y oportunidades de aprendizaje que éstas brindan, y garantizando la permanencia y calidad y término de la trayectoria escolar de todos los y las estudiantes.
- Participación activa de todos los actores de la comunidad educativa • para fortalecer el clima y la Convivencia Escolar, avanzando de ser un simple principio declarativo a identificarse como una práctica diaria en la escuela y liceo.
- Formación de equipos clave de trabajo para la formación y gestión del clima y la Convivencia Escolar. Por último, cada uno de estos procesos son el sustento para la definición de seis ejes estratégicos de trabajo, como compromiso del Estado para el período 2015-2018, explicitando en cada uno de ellos lo que se aspira a lograr con cada uno de estos ejes y los apoyos que estarán disponibles para el sistema durante el período indicado.
En este contexto, los establecimientos educacionales enfrentan el desafío de fortalecer las instancias de formación personal y social de sus estudiantes, y el trabajo pedagógico en torno a la convivencia escolar de manera complementaria al trabajo que desarrollan en la adquisición de los conocimientos declarativos y las habilidades cognitivas consideradas en el currículum nacional y las asignaturas.
El acompañamiento y orientación pedagógica que reciben los estudiantes, resulta especialmente relevante para guiarlos en su proceso de desarrollo personal, permitiéndoles adquirir los aprendizajes necesarios para participar y aportar positivamente a la comunidad escolar, alcanzar los objetivos establecidos en las Bases Curriculares Nacionales y en el Proyecto Educativo Institucional del establecimiento, y elaborar un proyecto de vida que puedan poner en práctica en sus vidas cotidianas.